El post-post

Diciembre se va en patines... la ciudad se mueve como si cada día se removiera un cajón lleno de confeti hasta encontrar el bendito regalo de Navidad para tal y cual... así, papelitos de colores, casi indiferenciables nos vemos las personas en el pasar de las horas... Y a mí, ya se me caducó el viernes para hacer un nuevo post... para hacer el post-post, para contar cómo me fué en la fiesta de disfraces...

Y bueno, los viernes en Guayaquil son generalmente llenos de vacíos... "no hay nada que hacer" (claro, para los que no somos muy farreros...) y al final terminamos reuniéndonos por ahí a hacer nada, lo que se traduce en diambular por la ciudad, conversar, comer o tomar algo, en finiti... cuando no teníamos construído un plan estratégico de fin de semana y sólo salimos de días repletos de trabajo, universidad y tensión... sin más que acomodar en la cabeza.

En realidad, los días normales son especiales porque pasan cosas que no pasarían normalmente... osea que los días son paradójicos... pero el viernes pasado mi lord y yo justo nos tuvimos que disfrazar de superhéroes o viejos noeles si nos hubiéramos podido quedar en cada una de las celebraciones a las que tuvimos que ir -de extremo a extremo por Guayaquil- tendríamos ahora plan para los fines de cada mes del 2005. Y sobretodo, yo hubiera tenido más que contar sobre cada uno...

Empecemos por mi versión del Blogs & Beers... sólo entré al Manantial con los ojos cerrados (como cuando uno se sube a una montaña rusa y grita y...) ya, ahí estaban Los Misteriosos: todas esas simpáticas personitas por las que uno siente afecto de alguna manera, sin siquiera saber cómo son, ni si son en realidad personas... teniendo apenas una idea de sus caras (una idea que no suele ser acertada en el momento de la verdad) y sin conocer los verdaderos nombres... es como: "no, ¡tú no eres...! "
Pero bueno... sólo hay que ponerse las gafas virtuales para reconocerlos.

Y... ¿por qué el manaba se nos hará tan familiar? ¿será acaso él, el abuelo de la familia bloguera? ¿o será que tiene una risa contagiosa?... ¿será porque es la misma risa que la de algún famoso de Springfield... o será qué...???

En todo caso, gracias por el tierno recuerdito :) lo llevé puesto cual medalla a todos los otros lados, y pues... la próxima vez hagan que caiga un viernes vacío para quedarme más y así poder vivir esas historias de beodez que se cuentan en sus blogs...

Antes me desesperaba y ahora decir "ya te linkié" es como un súper logro... gracias a UDS que me dieron una bienvenida que desde aquí se sintió con las luces apagadas, las velitas, el conteo, el gran ¡SORPRESA! y ganas de abrazarlos a todos cuando los ví, y a algunos tanto así que se podría decir que ya los quiero... con mucha tinta ;;

De las siguientes cosas que sucedieron, las más interesantes:

*Te encanta la gasoliiina...
De verdad que lo más horrible y depravado del reggeatón, es que se te pega! :S
y creo que no debería ser apto para menores... en mi época se hablaba del amor y los sentimientos pero ahora mejor ni lo digo textualmente...
No sé si nos estaremos poniendo viejos pero esta juventud es muy difícil de entender: se encierran en un cuarto oscuro a hacer quién sabe qué clase de pasos de baile.
Ahora las fiestas tienen un aspecto más trivial que nunca, las letras de las canciones son cada vez menos profundas y... no sé tú, pero yo ahí siento que tengo mucha ropa puesta... oh... no... ¡creo que a algunos ya nos tocó la segunda generación!
Además ya me estaba durmiendo cuando de pronto la película se empezaba a poner interesante y de pronto me desperté bien y no estaba viendo televisión...
*dos 'muchachitas' estaban en un estado de furia increíble... estaban de CAT FIGHT, algo que a muchos de ustedes les hubiera encantado presenciar, y a otros no tanto...
la cuestión es que los gritos y los impulsos ya empezaron a causar escalofríos: una casi ahoga a la otra, y no supimos bien por qué... lo único que entendí es que las dos eran unas "perras de mierda". ¡Qué vergüenza ajena...!

...Y así... un día normal... hace una semana repleta de días normales y vacíos especiales.

Todo concluyó en que... ¿a dónde vamos a parar ahora, amigos?
...creo que la respuesta es obvia: a celebrar lo que sea la Navidad con nuestros familiares...
y no me queda más que decirles que pasen bonito de todo colador, y que si quieren bailen no más su reguetón,
pues
como siempre, cuando alguien se empieza a poner profundo...le cambian el tema.



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