Caperucita se nos fue de paseo, pero ya nos enviará las fotos, no se preocupen... El problema de Caperucita es que no se daba cuenta de que su madre la quería mucho, y que por eso le daba torta envenenada dizque para su abuelita, pero que sabía muy bien que ella misma se la comería, porque con ese olor tan rico, ¡imposible negarse...! Ahora, el que se comió la torta fue el lobo pervertido disfrazado de galán... qué belleza... ¿o no?
Bueno... resulta que esta Princesa Roja Vampira que respira y lo mira a Calamardo enfadarse por mil y un tonterías, llegó tarde a donde su abuelita, pero resulta que igual no se encontró al lobo, porque este se distrajo con los cuatro chanchitos (es que hay que contar a la chanchita bonita, ¿o no?) y Caperucita no se dio cuenta de que la abuelita ya había salido a dar un paseo por el espacio sideral y que el que estaba ahí era nada más y nada menos que su abuelito Pipo, quien le explicó lo siguiente:
"El arte es la política del artista, su causa es la Humanidad. Pero, a diferencia del político, el artista no sigue a nadie; y, generalmente, está solo cuando lo persiguen. Ante la sumisión disciplinada del político, él esgrime su rebeldía a toda prueba. Llegado el momento, un político puede encontrarse satisfecho, o tiene, necesariamente, que fingir que lo está. Un escritor, un artista, no se encuentra satisfecho jamás. Cuando llega para el político la hora del silencio comprometido, el artista, el verdadero artista, siempre tiene algo que decir. Mientras la humanidad exista, siempre encontrará una mentira que desnudar, un entuerto que desfacer, una injusticia que gritar. Porque su causa es, precisamente, lo que le hace grande"
José Martínez Queirolo.
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Comentarios
NEVER
Pena, penita
Tal vez un dia…..