A es a Z como el aire es azar.
Por un impulso al que antes no hice caso, vuelvo al delirio abandonado, y en él encuentro nada, lo tomo y se deshace de las manos, pero es delirio porque el azul impera. Ese azul que extrañamente se menciona en la lírica zúrrela, al que acudo también cuando él observa. Se acuesta frente al cuadro y todos los colores tienen sentido en su noche excepto el azul, ese azul pitufino que según creen da calma, y no. Mortifica. Sólo está ahí como el fantasma, todo pensamiento sobre él traspasa. Él o el azul cuando observa. Y ese pintor antes de desaparecer, se pintó azul como una mancha que no era de sangre azul, ni de mar azul: de azul fantasía, el azul lacio. Nada que ahora él pueda ver en ese azul podrá relacionársele a otra cosa que a ese mismo azul pintor.
Continuará tal vez el azul… pues por más color que se le impregne, azul el fondo sobre el blanco lienzo, como la vida. Azul el fondo sobre el blanco lienzo, como la muerte azul y negra. Se espera llenar de agua azul lo transparente, pero el único azul es ese, el azul fantasía, que no se colma de pesos, ni de besos, ni de huesos menos. Azul como el amor mentira, como el amor aparente, como el amor verdadero e irremplazable, por más celestes que haya, por mar cielo, por más mar. Azul espejismo sobre el blanco lienzo, sobre el blanco cielo de restos de nube. Azul que con nombrarlo se pinta, como el pintor se pintó azul para existir. Azul que descuella, azul que zucumbe.
Continuará tal vez el azul, como termina la última letra, aún azar, a un azúl.
Continuará tal vez el azul… pues por más color que se le impregne, azul el fondo sobre el blanco lienzo, como la vida. Azul el fondo sobre el blanco lienzo, como la muerte azul y negra. Se espera llenar de agua azul lo transparente, pero el único azul es ese, el azul fantasía, que no se colma de pesos, ni de besos, ni de huesos menos. Azul como el amor mentira, como el amor aparente, como el amor verdadero e irremplazable, por más celestes que haya, por mar cielo, por más mar. Azul espejismo sobre el blanco lienzo, sobre el blanco cielo de restos de nube. Azul que con nombrarlo se pinta, como el pintor se pintó azul para existir. Azul que descuella, azul que zucumbe.
Continuará tal vez el azul, como termina la última letra, aún azar, a un azúl.
Comentarios
Tu arte despertó mi mañana ojala extraña disponga siempre de su alma extraña creadora de paisajes que enmarañan Y que aclaran.