Hoy en un grupo de Whatsapp comentábamos sobre el tema de Saturno retrógrado en Acuario y en otro sobre el tema de la infidelidad, y hablábamos del amor en dos instancias: el del enamoramiento y el del compromiso. Yo quiero hablar del amor desde la valentía porque en este mundo como está no es fácil amar. Cuando Shakira compuso "
Un día de Enero" seguro estaba enamorada, como yo entiendo ahora que estoy enamorada, que estoy completa, que soy sanadora para mi amor, que no es que soy la mujer maravilla: es que puedo ser todas las mujeres para el hombre que quiero. Luego viene lo del merecimiento: si la inspiración de "Un día de Enero" era uno como Piqué (aunque en realidad fuera un amor anterior, pero me refiero a uno que vino a ser "algo mejor" en su vida), ¿yo qué hago queriendo a un simple ser humano que supuestamente no ha sabido quererme bien? ¿No merezco algo mejor? ¿No me estoy conformando? Y ahí es donde yo en el fondo de mi corazón no solo sé que estoy enamorada sino que yo amo a esa persona incondicionalmente, aunque en este momento no quiera comprometerse conmigo. Que aunque yo le puedo asegurar que mi (loco, no) desquiciado amor es su mejor doctor (aunque esto le cueste un susto bochornoso o dos y sea como ese remedio que sabe mal a veces y no puedo obligarlo a tomar), no puedo esperar que sea tan valiente como yo de querer comprometerse y ame como yo o esté enamorado como yo, porque el amor no espera, el amor ama, y cada quien ama como ama. Es el ego el que nos confunde, el que nos hace dudar, el que nos hace exigir. El amor no exige. Yo no estoy buscando el amor en otra persona porque todo ese amor está en mí, y solo puedo darlo y valorar lo que el otro da desde sus posibilidades de amar, no necesito más y si necesitara más entonces no sería amor sino necesidad. Posiblemente nunca deje de amar a mi amor, aunque posiblemente un día decida que lo que quiero es un compromiso y lo tome o lo deje y posiblemente un día conozca a Henry Cavill y me vuelva a enamorar. Pero ¿para qué vivir de las posibilidades? ¿Por qué tanta inseguridad? Si entiendo y confío en que aquí y ahora mi amor me ama (y estoy hablando de un lenguaje personalizado de palabras y actitudes y formas de amar), ¿por qué habría de ver la posibilidad de "darle chance" a alguno de los 1.647 pretendientes que me ha traído la temporada Géminis? Empezando porque si hablamos de merecimiento, la mayoría de esos pretendientes apenas están interesados sexualmente en mí, ¡que soy una Shakira amando, pues! Y que ¿qué me hago ya en seguir conociendo, dando oportunidades o aceptando invitaciones si yo en realidad no estoy buscando una pareja en sí, si eso da MIEDO, si estamos heridos emocionalmente, si compartimos memes "tóxicos" solo porque nos hicimos ideas de inseguridad (que si queremos son solo memes pero si queremos sí son insinuaciones)... si nos tomamos un tema tan doloroso como el de la infidelidad como una burla o un hecho, o una razón para no creer en el amor y pensar que es mejor jugar, o juzgar, cuando a lo que en realidad todos hemos venido es a amar, cuando el amor es una decisión, que solo si estás enamorado, seguro y envalentonado es fácil de tomar. Aprendí a separar el amor del ego y reconocí que no necesito una/otra pareja: necesito seguridad, y estoy segura de que amo, entonces surgió algo bello, aparentemente, respondí a una propuesta: "Te agradezco, me gusta conocerte, pero no estoy disponible emocional ni sexualmente, para mí van un poco de la mano... De alguna forma le estoy siendo fiel a mi amor, estoy concentrada y tranquila". Solo así y sin afán, puedo ir viendo cómo va la misma vida a decantar la sal que sobra en el mar.
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