Yo igual te amo... te amo y te dejo ir. Te amo. ¿Sabes que me iba a dormir, pero se me quitó el sueño. Te he soltado como no tienes idea. No sabes la carga, la potencia que significas en mi centro energético, en mi corazón. No sabes nada y te bendigo por no saber. Yo sé que tarde o temprano vas a volver a abrazarme y a contenerme de forma compasiva, porque soy una linda chica más allá de todo, por sobre todas las cosas, hasta el fin. Gracias por enseñarme a amarme y a saber que debo permitirme merecer algo mucho más grandioso como De la mano de Dios y Velvetina. Y te amo como se ama en esos discos y en esas canciones por las que viajamos. No me molesta, para nada, ser una rockmántica. Cada vez que lo apreciabas con un gesto -porque nunca dices nada- se me hacía el día, el sueño, el Universo. Mi ñaño decía que yo estaba enamorada del amor, y no de ti... Pero si en este momento lo que el amor representa lo proyecto en todos mis aprendizajes contigo, a quién le importa. Eres mi amor y me gusta que así lo seas, y ser tu libertad. No hay amor sin libertad... No quiero retenerte más, te lo prometí, o algo así... hoy igual me libero de toda promesa, incluso la de liberarme y liberarte de mí... Lo suelto todo porque incluso la consciencia contiene al Universo, porque respeto lo que siento, porque sin control te invito a hacerlo también. Gracias por intentarlo, lo que sea, por de alguna u otra manera seguirlo intentando. "Quisiera saber si me puedes dar una vuelta por el Universo..." sin preguntarnos cómo sería eso, sin lógica ni consciencia, volar, como en esa nueva canción con la que me uno a mí, con la que me llama un otro, muchos otro, en el estado universal del amor... ese que dizque tanto te tengo.
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