|
El amor pueril de Kim Anderson siempre ha ilustrado mi enamoramiento.
|
Me da risa porque cambio los nombres. En teoría, y en la novela no es tanto en teoría porque sí están los nombres cambiados. Parece que estoy diciendo cualquier cosa, pero ya les explico, no quiero editar tanto. Escribo de golpe hecha la surrealista. El asunto es que ya había empezado a escribir acerca de mi libro La Ciudadela y los Perros o Crónica de cómo sobrevivir a un divorcio anunciado por amor al arte. Y voy escribiendo acerca de lo que se supone que voy escribiendo. Pero en el camino de las ideas me pitié con mi ex, con David, y era al único que mencionaba porque finalmente es el único con el que -no sé si decir "lamentablemente" porque esto sonaría igual que la bendita caquita por la que se resintió, pero no fue mi intención- sigo legalmente casada. Entonces aún me preguntan por mi esposo los que no saben que ya absolutamente nada que ver, y hasta mi papá dice que por qué no nos juntamos de nuevo con tanto novelón, pero solo fueron unos pequeños últimos pasos para -ya mismo- estar felizmente divorciados. A lo que voy es que en este momento de mi vida no puedo hablar con propiedad y mencionar los nombres de los presuntos implicados o los amores prohibidos que murmuran por las calles de la ciudadela. Hasta el último post tenía un novio volador tan bueno que me rompió el corazón y no me di cuenta -como a Calamaro. La cosa es que sí voy a escribir el libro, como estoy escribiendo esto y como por esas causalidades de la vida y de los ex maridos geeks volví a la Antología Rozada. Así no se llama, pero ese sería el género porque como le decía al chico que por razones lógicas (y esta lógica solo la entienden mi hermana y tres amigas) llamé con otro nombre, o a quien sería el Pony-David o Juan Octavio en la novela que no es novela sino antología rozada [pero no se lo voy a decir porque no creo que le guste así como a Eduardo no le gustó ser el David de Urano y me dijo que David
Ur anus - y repito, no es que no haya superado a David, es que es el único legalmente nombrable y es la historia más larga en cuestión de duración]:
En resumen y aclaración, estoy escribiendo dos "novelas" paralelas a este blog que sería como la meta "novela". Debo dormir para no volver a las épocas de Eduardo y las gárgolas. De eso hablé en
este post anterior, y de él hablo como Carlos en la antología rozada. Ajá, voy a dejar pistas por todos lados porque no me interesa tanto ser escritora como chismosa. Mentira. Porque me da la gana*.
*Y porque estoy aprendiendo mi nodo norte y vesta en Géminis vs mi AC Aries que significa que no tengo paciencia para empezar a contar y esperar a terminar la publicación, pero está bien que comunique y venda a la vez por adelantado esperando a que al fin el fin justifique los medios.
Comentarios