escribir desde la emoción parte I

de repente odio ser tan despistada... y no haber perdido de una vez la cabeza... no, ya no es chistoso... me bajoneé... la vida es demasiado irónica... fuí la niña más feliz del mundo durante todo el día y,en la noche, justo antes de salir ¡por fin! al café-charla con Laura Restrepo y Cecilia, por lo que anduve esperando toda emocionadiña, creyéndome la hija del miedo... me dí cuenta de que ya no tenía mi billetera.

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