¿Ya pasó?

La Navidad cada vez huele más a rutina y a rojo y verde papelería... ya no tiene sentido escribir sobre el verdadero significado de la Navidad, porque ya todos lo sabemos bien y sin embargo preferimos el de adorno.
Cuando mi nick del msn decía "todo apesta a navidad" una persona me dejó un mensaje que decía que si estoy en contra de la navidad entonces debía negar todos los regalos que me dieran... Y sí, probablemente, y también podría ser ofensivo para quien me los de, pero yo no estoy en contra de la Navidad y los regalos.
Otra persona me dijo anticonsumista, y tampoco es eso... yo no estoy anti ni en contra de las cosas, sólo me duele ver cómo con cada año se olvidan.

La gente cree que es una obligación dar regalos y por eso los aprecian menos... cuando uno se ha tomado la molestia de pensar en alguien y en un detalle simbólico y/o ideal para esas personas, recibe entre ellas muy pocas "gracias" verdaderas: algunos se sienten comprometidos y otros creen que es normal recibirlos.
Tampoco es como me dijo Ka, quien me tenía un regalito que no me pudo dar en Nochebuena y le dio pena porque según dijo: "no es lo mismo recibirlos después, de todas formas siempre es lindo ver que por lo menos alguien se ha acordado de tí en Navidad" y no es así porque uno no sólo se acuerda de las personas por los regalos y mucho menos por los días... pero la gente está tan acostumbrada a decir "Feliz Navidad" que ya suena como a saludo, y ni siquiera el saludo es tan insignificante porque, para los que nunca se lo preguntaron, saludar significa desear salud.

¡Qué espíritu de Navidad ni qué nada!
Simplemente hay personas que no olvidamos significados y no dejamos que se afecten en nosotros por las ideas que el mundo les ha puesto encima.
Y ahora están envueltos debajo del árbol... qué pena que sólo unos pocos lo sepamos.

Comentarios

Atenea dijo…
Lastimosamente la gente ya no percibe los buenos deseos. Desde que se envuelven en papel de regalo se vuelven como los árboles: tan talados como imprescindibles.
Los reto a experimentar una Navidad sin regalos, a sentir el calor acogedor de un pesebre lleno de frío, iluminados de aquello que no se puede diferir, ni cancelar en efectivo. Ah, y los que gustan de dar regalos, recuerden que tienen aproximadamente 330 días para expresar con calma y sin los estreces de Diciembre lo importante que es contar con ellos sin numerar. ¡Sorpréndanlos!

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