al menos...

Cuando era chiquita me era más fácil encontrar a ese Dios que con los años humanos se va deteriorando entre la gente... y explicar la fe, y todos esos productos mágicos... ahora no puedo dejar de intentarlo. Ya no sé cómo rezar para que aparezca mi hermana en alguna parte del mundo, viva.

Después de todo sí supe cómo hacerlo...

Gracias a todos los que me ayudaron, especialmente a los amigos de ecuablogs.

Lamento haberlos puesto en ascuas, pero la situación sí desfiló más de 48 horas y por más carácter adolescente o rebelde que pudiera tener un ser querido, la realidad mediática en que vivimos lo lleva a uno a pensar desde lo más inocente hasta prepararlo para "lo inimaginable".

Y ahora lo recuerdo... "Dios está en todas partes".