carta de una hermana
"En ese espacio de tiempo en que el Sol no está sobre el horizonte, y por lo tanto no nos alumbra, podemos esconder nuestros miedos y mostrar esa parte que ocultamos durante el día, sin importar el qué dirán.
Cuando llega la noche, comienzo mi mutación; algunas veces no sé cómo voy a ser… es tan complicado ser mujer, tienes que ser fuerte, muy fuerte, pero una flor al mismo tiempo, obviar a tu parte primitiva.
Yo no sé si soy una mujer como las que he visto... soy una mezcla de todos los sabores extraños, colores e imágenes que se fusionan y crean sueños para regalar. Otras veces creo ilusiones ópticas; una de ellas suelen ser los hombres. Al momento que el cielo se traga al sol de un mordisco, aparecen ellos, casi como espejismos.
Pero de alguna manera, la noche se convierte en mi aliada; cambio de forma, de color y de nombre. Tengo una confesión, eso me llena, termina con esos momentos tan solitarios que el alba anuncia….
Algunas veces nos encontramos en un tiempo entre el atardecer del sol y el amanecer del día siguiente, experimentamos lo que es ver ciertas entelequias, pero nunca es tarde para recuperar la dignidad y olvidar la noche, soltar una risa enamorada, y apagar esos fuegos de imposible.
Dicen que un compañero de vivencias es una parte importante de la vida… ¿Cómo lo voy a saber si no sé si lo tengo?
Cuando llega la noche, comienzo mi mutación; algunas veces no sé cómo voy a ser… es tan complicado ser mujer, tienes que ser fuerte, muy fuerte, pero una flor al mismo tiempo, obviar a tu parte primitiva.
Yo no sé si soy una mujer como las que he visto... soy una mezcla de todos los sabores extraños, colores e imágenes que se fusionan y crean sueños para regalar. Otras veces creo ilusiones ópticas; una de ellas suelen ser los hombres. Al momento que el cielo se traga al sol de un mordisco, aparecen ellos, casi como espejismos.
Pero de alguna manera, la noche se convierte en mi aliada; cambio de forma, de color y de nombre. Tengo una confesión, eso me llena, termina con esos momentos tan solitarios que el alba anuncia….
Algunas veces nos encontramos en un tiempo entre el atardecer del sol y el amanecer del día siguiente, experimentamos lo que es ver ciertas entelequias, pero nunca es tarde para recuperar la dignidad y olvidar la noche, soltar una risa enamorada, y apagar esos fuegos de imposible.
Dicen que un compañero de vivencias es una parte importante de la vida… ¿Cómo lo voy a saber si no sé si lo tengo?
...Es tan difícil vivir en este planeta, y no es lo que estás pensando, no soy de Venus, simplemente soy una diosa morada; la que vive en las estrellas y espera dormir para soñar, y luego despertar y volver a esa ilusión llamada realidad; esa que algunas veces te ha golpeado el corazón y te ha hecho estremecer los huesos, esa que quieres ocultar al caer la luz del día. Es como una adicción, siempre las esperas y vuelves a ver espejismos; para luego volver a querer soñar….Ser una diosa te hace sentir especial, vas de una estrella a otra, y todas son únicas. Te brindan toda la emoción que tienen, pero siempre desaparecen, solo duran unas cuantas horas, unas cuantas ilusiones… luego de irse, emprenden un viaje largo a un lugar que desconozco. Lo más probable es que nunca vuelvan, pero ahora he tenido la oportunidad de volver a ver una de ellas, no la veía desde mi vida pasada. Sólo yo puedo ver el brillo que la neblina ha opacado…. Y me quise convertir en guerrera, y convertirla en guerrera a ella también… Por primera vez siento que una estrella me frena, por el miedo de que sea sólo una alucinación y se convierta en mi droga momentánea.
Me gusta pensar que eres una ilusión, así no te quedarás dentro de mi por mucho tiempo, porque puede ser que también quieras huir, o que esperes que yo huya de ti. Entonces, talvez mañana no regrese como la Diosa morada, y me una a las sombras para poder huir de ti…
No sé si eres real… Siempre logras morderme a medias, pero no creas que me gusta que tus dedos permanezcan sucios, ahí es cuando sólo deseo que amanezca para así morir y poder dormir para vivir. Me imagino tantas cosas, y de repente estas ahí, apareces de la nada y es que con sólo mi imaginación te busco... Hay algo de ti, estrella, que no he podido olvidar hasta ahora, que todavía recuerdo, cientos de años después… Hay algo que ha hecho que seas parte de mis conversaciones… lo bien que me haces sentir… ¿Será real? ¿En verdad querrás brillar? No quiero que seas parte también de mis sueños, sino parte de mi vida… ¿cómo decirte lo que siento si lo que siento aún no es? ¿Y cómo lograr ser la que te haga olvidar la irreal realidad? O a lo mejor tendré que sacarte de mi mente, dejar de buscarte entre las sombras… Y entonces dejarás de robar mis noches, y de hacerme sentir el lado de mujer que tanto he querido evadir…
A lo mejor querrás que te destierre de mis madrugadas, de mis sueños y esperarás al alba, la que muy ansiosa vendrá para matar nuestro episodio, y junto con eso, algunos sueños.
Pero esto es real: Soy mujer, un sueño vivo, burbujeante. Soy amor, un misterio insondable, descomplicado y maravilloso. Soy la diosa morada.
Ahora me despido de la noche, y recupero mi dignidad. Estando en un sueño, te convertiré en amanecer…".
Comentarios
aun hay muchos amaneceres donde puedo ver su despertar y muchas noches donde anhelo cubrir cualquier vacio existente con tal de verla sonreir
aun son unicas en su tipo